¿Busco mi bienestar, mi seguridad, mi tranquilidad evitando cualquier problema? ¿O bien voy asumiendo riesgos para que mi vida no sea estéril, pequeña y sin horizontes?
¿Estoy dispuesto a responder a las expectativas que Dios tiene puestas en mí? ¿O bien me da miedo arriesgarme?
¿Vivo una fe enterrada bajo el conformismo o bien la vivo comprometido, a pesar de que esto me pueda complicar la vida?
Aquí tienes a tus sirvientes,
aquí tienes a tus sirvientas, Señor.
Al fin y al cabo, querríamos haberte sido útiles.
Deseamos cumplir nuestra misión
-cada cual la que tiene, allá donde lo has puesto-,
de la mejor manera posible…
mejor dicho, todo lo bien que sepamos.
Sabemos que valoras sobre todo la actitud,
lo que aportamos por nuestra parte,
el esfuerzo y el riesgo, aunque no tengan éxito.
No importa la categoría o el volumen del trabajo,
puesto que todo talento, grande o pequeño, es don tuyo:
capital, tiempo, aptitud, capacidades.
Somos sirvientes que no merecemos recompensa:
gracias que trabajamos, como es nuestro deber.
Trabajando por tu Reino, no tiene sentido jubilarse.
Pero tú, Señor, pasarás cuentas.
Y eres tan bueno, si no somos malos y gandules,
que el premio será estar contigo, por siempre jamás,
gozoso de alegría.
http://youtu.be/4gnxvjhisv8
ARRIÉSGATE
Puedes escoger las voces que te acompañan.
También puedes ser, fresca claridad dentro de la oscuridad y así ser fin.
Ser todo, ser nuevo.
Es cosa tuya que empiece el día.
También lo es,
que no te trague el vacío y el sueño.
Puedes decir que sí…que no
Pero sobre todo arriésgate. Arriésgate.
No valdrás nada, sino.
Tú eres la apuesta y si no arriesgas,
no hay juego.
Puedes engordar tu fantasía.
Cómete el miedo.
Que sólo quiere hacerte un agujero carcomido al corazón.
Vive, sueña.
Bébete de un trago el amor y la alegría.
Hazte de nuevo
Sé ficción, camina conmigo por el horizonte. Noche y día.
Letra y música: Àngels Medrano