[et_pb_section fb_built=\u00bb1″ _builder_version=\u00bb4.9.3″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb][et_pb_row _builder_version=\u00bb4.9.3″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb][et_pb_column type=\u00bb4_4″ _builder_version=\u00bb4.9.3″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb][et_pb_tabs active_tab_background_color=\u00bb#FFFFFF\u00bb inactive_tab_background_color=\u00bb#DC001B\u00bb active_tab_text_color=\u00bb#DC001B\u00bb _builder_version=\u00bb4.9.4″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb border_radii=\u00bbon|20px|20px|20px|20px\u00bb box_shadow_style=\u00bbpreset1″][et_pb_tab title=\u00bbLeo la Palabra\u00bb _builder_version=\u00bb4.9.4″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb tab_text_color=\u00bb#FFFFFF\u00bb tab_font_size=\u00bb16px\u00bb]<\/p>\n
JN 20, 1-9 [\/et_pb_tab][et_pb_tab title=\u00bbMedito la Palabra\u00bb _builder_version=\u00bb4.9.4″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb tab_text_color=\u00bb#FFFFFF\u00bb tab_font_size=\u00bb16px\u00bb]<\/p>\n Fueron al sepulcro, y no lo vieron.<\/p>\n Fueron a la muerte, y no lo encontraron.<\/p>\n Buscaron entre los difuntos, entre las tinieblas de los que ya no est\u00e1n, se esforzaron rebusc\u00e1ndolo en el NO del universo. Pero all\u00ed no estaba.<\/p>\n Dios est\u00e9 en el S\u00cd. En el S\u00cd a la Vida, en el S\u00cd al Amor, en el S\u00cd al sentido oculto y desconocido de tu sufrimiento. Dios habita el S\u00cd, Dios crea el S\u00cd, Dios es el S\u00cd sobre el que se agarra tu propia Vida.<\/p>\n Porque no existes por casualidad. Porque no has venido al mundo con una coincidencia. Porque no est\u00e1s aqu\u00ed como un descuido. Tu Vida tiene sentido, s\u00ed. Tu vida ha sido querida desde siempre, s\u00ed. Tus problemas te llevan hacia delante, s\u00ed. Tu camino est\u00e1 sembrado de dificultades, para que aprendas a superarlas, y de amor, para que puedas entregarte a los otros. S\u00ed.<\/p>\n [\/et_pb_tab][et_pb_tab title=\u00bbOtras Palabras me ayudas\u00bb _builder_version=\u00bb4.9.4″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb tab_text_color=\u00bb#FFFFFF\u00bb tab_font_size=\u00bb16px\u00bb]<\/p>\n
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El primer d\u00eda de la semana, Mar\u00eda la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando a\u00fan estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Ech\u00f3 a correr y fue donde estaban Sim\u00f3n Pedro y el otro disc\u00edpulo, a quien Jes\u00fas amaba, y les dijo: \u00abSe han llevado del sepulcro al Se\u00f1or y no sabemos d\u00f3nde lo han puesto\u00bb. Salieron Pedro y el otro disc\u00edpulo camino del sepulcro. Los dos corr\u00edan juntos, pero el otro disc\u00edpulo corr\u00eda m\u00e1s que Pedro; se adelant\u00f3 y lleg\u00f3 primero al sepulcro; e, inclin\u00e1ndose, vio los lienzos tendidos; pero no entr\u00f3. Lleg\u00f3 tambi\u00e9n Sim\u00f3n Pedro detr\u00e1s de \u00e9l y entr\u00f3 en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le hab\u00edan cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entr\u00f3 tambi\u00e9n el otro disc\u00edpulo, el que hab\u00eda llegado primero al sepulcro; vio y crey\u00f3. Pues hasta entonces no hab\u00edan entendido la Escritura: que \u00e9l hab\u00eda de resucitar de entre los muertos.<\/p>\n